El Banco de Asuntos Religiosos (italiano: Istituto per le Opere di Religione), también conocido como el Banco del Vaticano, es un banco privado ubicado en el Vaticano. No está abierto al público y solo es responsable de administrar los activos financieros del Vaticano. Este banco fue establecido por el Papa Pío XII en 1942.
Después de que el Papa Francisco asumió el cargo en 2013, comenzó a reformar el Banco del Vaticano. Se emitieron nuevas regulaciones para hacer que la estructura bancaria fuera más transparente y en línea con con los estándares internacionales trabajando con la experiencia de los laicos con en la banca y estableciendo una oficina de supervisión dominada por los laicos.
Controversias
Aunque este banco se especializa en tratar con los activos de la Santa Sede, ha estado involucrado en delitos económicos como el lavado de dinero en muchas ocasiones. Entre ellos, el cardenal Marcincus, que era el presidente del banco en ese momento, era sospechoso de negocios indebidos con la alta dirección del banco italiano Ambiente en 1982, lo que llevó al colapso del Banco Ambiente. En 2010, el presidente del banco, Tedeschi, fue sospechoso de realizar transacciones bancarias indebidas y transferir fondos al Chase Bank de los Estados Unidos y al banco italiano Fucino. Con este fin, la Santa Sede reformó la ley en 2011 para prevenir el lavado de dinero.